EL PROBLEMA: EL TEMOR-ADRENALINA-SINTOMAS

Cuando las personas se ven afectadas por un problema nervioso, con frecuencia se imaginan que están volviéndose locas. Se preguntan:"¿Que oscura experiencia puede estar causando mis actuales males?"
Sin embargo, si el problema se reduce a una extremada sensibilidad de sus nervios, no hay necesidad de buscar profundas causas subconscientes.
La adrenalina es la causa de los diversos síntomas que ya hemos enumerado. Esta sustancia es como un "combustible de alta potencia" que usted necesita para hacer frente a la crisis que tiene ante si.
Las personas, cuando se atemorizan ante las alarmantes, extrañas sensaciones que están experimentando, se preguntan que enfermedad fatal será la que han contraído. Quisiera saber cuanto más fuerte será el próximo ataque
. Temen sufrir un ataque al corazón en cualquier momento.
¿Sabe lo que hace su cuerpo cuando usted responde con esas ideas llenas de miedo? Los nervios envían este mensaje a la glándula suprarrenal:"Echa mas adrenalina." Y la glándula lo hace. Como resultado, usted se ve asaltado por más síntomas. Se preocupa más y así los nervios ordenan más adrenalina. Es como arrojar gasolina al fuego.
Las consecuencias son todavía más desastrosas cuando usted trata de luchar contra los síntomas. "Ya viene esa quemazón en mi espalda otra vez", "Esta vez no voy a dejar que me venza. Luchare contra ella con todas mis fuerzas". Entonces se pone tenso, listo para luchar valientemente, pero lo único que consigue es que esa sensación sea mas prolongada y mas intensa. Cuando usted dice."¡Voy a luchar contra esto!".
Sus nervios responden adecuadamente y piden más adrenalina.
El diagrama el inútil siclo de temor-adrenalina-síntomas. Primer paso. Su reacción ante un síntoma es responder con temor, Con cólera o con la determinación de luchar contra el. Esta reacción hace que sus nervios ordenen más adrenalina. Segundo paso: La presencia de mayor cantidad de adrenalina produce también mayor cantidad de malestares.
Tercer paso: Al continuar los síntomas, la victima tiende a responder con más temor y frustración. Si esto sucede, todo el proceso se repetirá, dejando a la persona exhausta por las horas de lucha.
Este es el problema de la enfermedad nerviosa. Inconscientemente, las victimas alimentan el fuego que tan desesperadamente ansían apagar.

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