Todos los que han descubierto la cura para la enfermedad nerviosa sienten como si se les hubiera dado nueva vida. Los antiguos dolores y temores han sido reemplazados por alegría y confianza en el futuro.
De la misma manera, si usted confiara en Cristo Jesús como su salvador del pecado y de la muerte, Conocería usted la misma alegría y seguridad que Rosa encontró: Dios nos ha aceptado y nos dará vida eterna cuando muramos. Las sagradas escrituras dan testimonio de esta nueva vida en los siguientes versículos.
2 Corintios 5: 17. El que esta unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; lo que ahora hay es nuevo.
Romanos: 4:5-8. Si alguno trabaja, el pago no se le da como un regalo, sino como algo merecido. En cambio, si alguno cree en Dios, que libra de culpa al pecador. Dios lo acepta como justo por su fe, aunque no haya hecho nada que merezca su favor. David mismo hablo de la dicha de aquel a quien Dios acepta como justo sin tomarle en cuenta sus hechos. Dijo David:
“Dichosos aquellos a quienes Dios perdona sus maldades y pasa por alto sus pecados”.
San Juan 5: 24. (Habla Jesucristo)Les aseguro que quien presta atención a lo que yo digo y cree en el que me envió, tiene vida eterna y no será condenado, pues ya ha pasado de la muerte a la vida.
Vemos aquí la cura para toda preocupación. Cuando nos preocupamos nos imaginamos toda clase de cosas horribles que nos podrían suceder, pero es un hecho que la mas grande tragedia que puede caer sobre nosotros es la muerte. Mucha gente se pasa la vida esclavizada al temor de la muerte, pero por la fe en Jesucristo podrán verse libres de ese temor.
Por lo tanto, si nuestra preocupación mayor ya ha sido superada, ¿Permitiremos que alguna otra dificultad nos alarma a tal punto que nos convirtamos en victimas de la tención nerviosa? ¡No! Y si Dios ha solucionado nuestro problema más grande, la muerte, ¿no será capaz de manejar todos los otros asuntos que puedan inquietarnos? ¡Por supuesto que si! Es por eso que la Biblia nos conforta con las siguientes palabras:
1 Pedro 5:7. Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque El se interesa por ustedes.
Isaías 26:3. Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado. (Versión Reina-Valera)
¿Pueden ser suyas esta alegría y esta paz? ¿Se puede tener tal confianza en la vida eterna?
¡Ciertamente! Todo lo que necesita hacer es aplicar a sí mismo, por fe, la cura es Cristo. Puede hacerlo de inmediato simplemente diciéndole a Dios que reconoce su pecado y que confía en Cristo para hacerlo inocente a Su vista. Si no puede usted encontrar las palabras para expresarla fe que tiene en su corazón, tal vez quiera recitar la siguiente oración:
Padre celestial, no te he amado como debía. Tampoco he amado a los demás como Tú deseas. Está claro que estoy infectado por el pecado y que todo lo que merezco es tu castigo eterno. Por todos estos errores, suplico humildemente tu misericordia, Señor.
Te doy las gracias por haber borrado todos mis pecados de tus registros y por haberme librado así de mi sentencia.
Todo esto lo has logrado a través de la vida, la muerte y la resurrección de Cristo Jesús, mi Salvador. El sufrió por mis pecados y yo estoy perdonado. En la cruz, Cristo fue separado de Ti, Padre, para que yo pudiera reunirme contigo para siempre. Y así como Cristo se levantó de entre los muertos.
Tú me levantarás a mí en el último día para vivir contigo por toda la eternidad. En Cristo encuentro perdón, alegría y confianza en el futuro.
Te doy gracias, Señor, por todas estas bendiciones que tan benévolamente has derramado sobre mí, aunque no soy merecedor de ninguna de ellas. Que tu Santo Espíritu fortalezca constantemente mi fe, para que nunca mas me aparte de Ti, sino que me regocije en la salud de conocerte y servirte durante toda mi vida. Amén.
http://tenersaludesvivir.blogspot.com/p/edicion-completa-de-los-nervios.html
De la misma manera, si usted confiara en Cristo Jesús como su salvador del pecado y de la muerte, Conocería usted la misma alegría y seguridad que Rosa encontró: Dios nos ha aceptado y nos dará vida eterna cuando muramos. Las sagradas escrituras dan testimonio de esta nueva vida en los siguientes versículos.
2 Corintios 5: 17. El que esta unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; lo que ahora hay es nuevo.
Romanos: 4:5-8. Si alguno trabaja, el pago no se le da como un regalo, sino como algo merecido. En cambio, si alguno cree en Dios, que libra de culpa al pecador. Dios lo acepta como justo por su fe, aunque no haya hecho nada que merezca su favor. David mismo hablo de la dicha de aquel a quien Dios acepta como justo sin tomarle en cuenta sus hechos. Dijo David:
“Dichosos aquellos a quienes Dios perdona sus maldades y pasa por alto sus pecados”.
San Juan 5: 24. (Habla Jesucristo)Les aseguro que quien presta atención a lo que yo digo y cree en el que me envió, tiene vida eterna y no será condenado, pues ya ha pasado de la muerte a la vida.
Vemos aquí la cura para toda preocupación. Cuando nos preocupamos nos imaginamos toda clase de cosas horribles que nos podrían suceder, pero es un hecho que la mas grande tragedia que puede caer sobre nosotros es la muerte. Mucha gente se pasa la vida esclavizada al temor de la muerte, pero por la fe en Jesucristo podrán verse libres de ese temor.
Por lo tanto, si nuestra preocupación mayor ya ha sido superada, ¿Permitiremos que alguna otra dificultad nos alarma a tal punto que nos convirtamos en victimas de la tención nerviosa? ¡No! Y si Dios ha solucionado nuestro problema más grande, la muerte, ¿no será capaz de manejar todos los otros asuntos que puedan inquietarnos? ¡Por supuesto que si! Es por eso que la Biblia nos conforta con las siguientes palabras:
1 Pedro 5:7. Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque El se interesa por ustedes.
Isaías 26:3. Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado. (Versión Reina-Valera)
¿Pueden ser suyas esta alegría y esta paz? ¿Se puede tener tal confianza en la vida eterna?
¡Ciertamente! Todo lo que necesita hacer es aplicar a sí mismo, por fe, la cura es Cristo. Puede hacerlo de inmediato simplemente diciéndole a Dios que reconoce su pecado y que confía en Cristo para hacerlo inocente a Su vista. Si no puede usted encontrar las palabras para expresarla fe que tiene en su corazón, tal vez quiera recitar la siguiente oración:
Padre celestial, no te he amado como debía. Tampoco he amado a los demás como Tú deseas. Está claro que estoy infectado por el pecado y que todo lo que merezco es tu castigo eterno. Por todos estos errores, suplico humildemente tu misericordia, Señor.
Te doy las gracias por haber borrado todos mis pecados de tus registros y por haberme librado así de mi sentencia.
Todo esto lo has logrado a través de la vida, la muerte y la resurrección de Cristo Jesús, mi Salvador. El sufrió por mis pecados y yo estoy perdonado. En la cruz, Cristo fue separado de Ti, Padre, para que yo pudiera reunirme contigo para siempre. Y así como Cristo se levantó de entre los muertos.
Tú me levantarás a mí en el último día para vivir contigo por toda la eternidad. En Cristo encuentro perdón, alegría y confianza en el futuro.
Te doy gracias, Señor, por todas estas bendiciones que tan benévolamente has derramado sobre mí, aunque no soy merecedor de ninguna de ellas. Que tu Santo Espíritu fortalezca constantemente mi fe, para que nunca mas me aparte de Ti, sino que me regocije en la salud de conocerte y servirte durante toda mi vida. Amén.
http://tenersaludesvivir.blogspot.com/p/edicion-completa-de-los-nervios.html
magnifico..no se quien escribe este blog pero me fue de mucha ayuda gracias.... y que Dios los bendiga
ResponderEliminarcomenzare des hoy esta historia, esta ayuda me ah vuelto a dar esperanza sere fuerte y dejare esto en las manos del señor.... muchas gracias a la persona que hizo esto dios te bendiga
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