Tenga paciencia durante unas cuantas semanas mientras la sensibilidad de sus nervios disminuye. Seguirá teniendo los malestares, pero cuando usted responda a ellos con calma, se irán haciendo cada vez más débiles y menos frecuentes. Así que no se impaciente. Recuerde, los nervios necesitan tiempo para curarse, igual que una pierna fracturada.
Durante este periodo de recuperación, haga ejercicios y descanse lo suficiente. Manténgase ocupado fijándose cada día metas alcanzables.
Poco a poco se ira interesando tanto en estas actividades que ya no tendrá tiempo para concentrarse en si siguen o no sus síntomas nerviosos.
Mejorara día a día, pero no trate de medir sus progresos. Cuando usted planta una semilla, no va todos los días a cavar para ver si esta creciendo.
En la misma forma, simplemente deje que pase el tiempo y después de un mes vera que es otra vez la persona que fue antes.
Estos son los cuatro pasos para librarse de la enfermedad nerviosa. La meta es cerrar la producción de adrenalina. La actitud clave es la aceptación, y la victoria se obtiene no combatiendo.
Así que, ¿por que estar enfermo cuando pude usted estar bien? La cura es simple, pero tiene sentido. Por lo tanto, tenga confianza y preparase para el próximo ataque. Todo lo que tiene que hacer es seguir cada uno de los cuatro pasos de curación.
Usted esta tan bueno como sano.
Para que pueda comprender mejor la cura y para que se anime y vea que realmente surte efecto, compartiremos con usted historias reales de unas cuantas personas que lo pusieron en práctica. Además a través de sus testimonios aprenderemos que Dios no quiere que tengamos que preocuparnos y que El provea una cura similar para un problema que es aun más crucial que un colapso nervioso.
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