CUALQUIER EXCUSA ES BUENA PARA CAMINAR



Es la forma más sencilla para fortalecer el corazón.
Salir con los amigos, dar una vuelta, pasear por la ciudad. Lo malo es que no andamos con la suficiente regularidad. Sin embargo, ha llegado el momento de tomar en serio está sana costumbre: vamos a desvelar los innumerables beneficios de un hábito que relaja, adelgaza y aporta bienestar a marchas forzadas.
Pocas actividades resultan a la vez tan estimulantes y beneficiosas como caminar. Te puedes dejar llevar por el cumulo de sensaciones que se despliegan a tu alrededor y pases por donde pases, tu cuerpo se sentirá mucho mas tonificado y dinámico que si te quedaras apoltronada en tu comodísimo pero nefasto para la línea –sofá.
Caminar requiere poco tiempo, y el equipo imprescindible consiste simplemente en un buen calzado. Ahora sí, inicia un recorrido de lo mas aleccionador a través de los usos y virtudes de esta sana costumbre: descubrirás que, si buscas mejorar tu calidad de vida en todos los aspectos, los desplazamientos cotidianos a pie pueden convertirse en tu mejor baza.

LAS VIRTUDES DE LAS CAMINATAS:

Caminar, ya sea a paso ligero o a un ritmo más relajado, es la forma más sencilla de fortalecer el corazón y además, conlleva menos riesgos de lesión o agotamiento físico de los ejercicios aeróbicos mas rudos.
Si caminas con regularidad, lo que lograras es entrenar tu corazón y tus pulmones para ayudarlos a trabajar a un ritmo más lento y al mismo tiempo más enérgico. Tu sangre recibirá más oxigeno y… ¡oh maravilla!, tu cutis lo notara inmediatamente, ya que adoptara un color mucho mas sonrosado, saludable y luminoso.

ESTILIZA TU FIGURA… Y SIÉNTETE Mejor:



Por si ello fuera poco, también liberaras ese estrés que te está haciendo la vida imposible: tras un buen paseo, los problemas regresan a su lugar correspondiente y podrás enfrentarte a ellos con una actitud mucho más beneficiosa para ti y para todas las personas que te rodean. ¡Fuera tensión, nerviosismo y además berrinches de desesperación!
Por otro lado tus ligamentos ganaran en elasticidad y tus movimientos, en consecuencia, se van a ir haciendo mucho mas armoniosos; pruébalo y constata que el agarrotamiento que tus músculos, demasiado acostumbrados a soportar pasivamente todas esas malas posturas y tensiones negativas que vas acumulando durante el día, se desperezan y despiertan durante tu caminata.

LA DIETA DE LA CAMINANTE URBANA:



Te proponemos una serie de rectas como parte integral del plan semanal bajo en grasas y rico en fibras, que te ayudaran a adelgazar mientras llevas a cabo tus objetivos.
Lo ideal es que mantengas esta dieta, alternando los platos entre si, durante unos 21 días.
Los kilos de peso que logres perder dependerán de tu actividad física y de tu metabolismo personal.
Entre comidas y a modo de postre puedes permitirte uno de estos alimentos: Muchos zumos de verduras recién licuadas, algún yogur desnatado, una manzana una pera o algún otro cítrico: todo sin azúcar ni miel y mejor si te acostumbras a tomarlo como refrescante al comienzo de la comida, en vez de al final.

DESAYUNO:

Puedes ir intercambiándolos a lo largo de la semana, según tus gustos y tu estado de animo. Eso sí, nunca salgas de casa sin desayunar.
Jamón con melón y kiwi
Compota de fruta
Leche descremada o yogur.

COMIDAS:

Día 1.- Arroz con salmón
Día 2.- Caballa ahumada y ensalada de vainitas.
Día 3.- Berenjenas a la italiana.
Día 4.- Espaguetis con almejas.
Día 5.- Papas al horno con vainitas.
Día 6.- Champiñones a la griega.
Día 7.- Ensalada de pasta.

CENAS:

También puedes combinar las cenas libremente a lo largo de la semana.
Ensalada de verduras.
Pan integral con jamón y uvas.
Ensalada de kiwi y berros.
Tortilla de papas de la caminata (con cebollas y papas.)

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